BIOGRAFÍA ULISES PALACIOS







Muchos nacidos en la ciudad de Apastepeque, por lo general, sienten la atracción desde muy niños, a dedicarse, a una de los oficios y/o profesiones, que, aunque a sabiendas que en nuestro medio no es rentable, estos quijotes, aspirantes a pintores y/o a escultores, se embarcan a descubrir una profesión, que los logros y placeres se ven cuando se esta en la etapa plena de la vejes, precisamente porque este es el sacrificio que hay que pagar por el arte, y las personas que se inician en este, lo hacen por el simplemente amor al arte.
Ulises Palacios, es de esta generación de pintores y escultores de la zona de Apastepeque, que se han embarcado en esta odisea del arte, no esperando privilegios y ostentación de ningún tipo, únicamente la satisfacción personal de haber trabajado en uno de los campos mas humanistas y loables.
Es así que un 18 de agosto de 1967, nace de la familia Palacios-Reyes,  hijo de Santos Mártir Reyes Jaimes y de María Vicente Palacios, el mayor de 7 hermanos. Influenciado primeramente por su padre, que aunque de origen sencillo, desarrolló dotes de un buen artesano de la madera. De lo cual estaba plagado el entorno de Ulises Palacios.
“Recuerdo que observaba hacer yugos a mi tío Narciso Jaimes, así mismo a mi papá realizar trabajos de madera, ya bien sean formas sencillas, así como también a un amigo de la familia, que llegaba por temporadas a trabajar a la Hacienda Las Carreras, quien se ponía a darle forma al barro”
Fue así que desde temprana edad, enfoca su inquietud artística, hacia la forma tridimensional, así como al color. “Me iba a estudiar, en ese trayecto pasaba por la casa de José Candido Pineda, unos años mayor que mí, pero era un joven que desde temprana edad ya dibujaba, por lo que todos los días estaba dibujando, personajes héroes de esos que nos impone el sistema, Santo El Enmascarado de Plata, Supermán, El Hombre Araña…”
A todo esto, en los tiempos libres se dedica a la extracción de raíces de cedro para darles forma. Las limas desgastadas de su padre las utilizar para darles filo y crear gubias, de pedazos de corvo crea un par de herramientas para tallar un par de rostros, ondillas de figura femenina desnudas, y otros objetos más. “Alguien me hizo un regalo de un gancho de ondilla de Buho, lo que en el pueblo le llamamos tecolote, lo retomo y aprendo a realizarlos, y sin saber que este seria una forma que seguiría haciendo mi papá”     
Es a partir de esa infancia que empieza esa relación con el arte, relación que hasta la fecha lo hace y práctica. Ni la guerra pudo parar el enamoramiento de este, al arte, prueba de ello es que por azares del destino llega a la ciudad de suchitoto a la edad de 19 años de edad, y busca al maestro Victor Manuel Sanabria, quien se firma  Shanay, fue así que asiste regularmente a recibir de manera informal clases de pintura, en el género del paisaje.
Después de cierto tiempo su espíritu investigativo lo lleva a buscar otros maestros para aprender lo básico de otro genero artístico (figura humana), por lo que se inscribe en el taller del maestro Pedro Acosta García. Posteriormente recibe clases del maestro Julio Hernández Alemán, siempre en la ciudad de San Salvador.
“Realmente siempre me sentía deprimido, yo quería asimilar de manera rápida todo los pormenores del arte” Cosa que no funciona de esta forma, ya que el arte es de paciencia, son procesos de los cuales es necesario quemar, cada uno de estos requiere entrega, y sobre todo sacrificio, si realmente quiere dejar huellas en este oficio.
De una exposición en el Parque Cuscatlan, organizada por el maestro Napoleon Alberto, siente el gran deseo de dedicarse muy en serio a la escultura. Fue por ese motivo que decide visitar constantemente al maestro Erasmo Rosales de la ciudad de Apastepeque, de quien asimiló de manera indirecta algunos principios de la imaginería. Luego estos conocimientos los reafirma con el escultor Sabas Gómez, con quien guardan muy buena relación hasta la fecha. 
En 1995 ingresa a la Universidad de El Salvador, por sugerencias del Lic. Angel Portillo, Fue así que cursa los estudios de la Licenciatura en artes, teniendo la oportunidad de recibir clases de grandes artistas del ámbito nacional como el maestro Pedro Acosta García, Napoleon Alberto, Alfredo Catalán, Héctor Hernández e Isaías Mata. Sin dejar de mencionar a los profesores Lic. Ricardo Sorto, Lic. Rafael Carballo, Lic. Álvaro Cuestas, Licda. Ligia del Rosario Manzano, entre otros, de quienes recibe influencias directas.
Hasta la fecha, no es reconocido, precisamente porque toda la vida ha sido empleado del sector público, y esto le ha restado dedicarse de lleno a la creación y desarrollo tanto de la escultura como de la pintura, sin embargo su práctica diaria la realiza después de sus horarios de trabajo,. Aunque reconoce que "esto no es limitante para expresarse a través del arte", por lo que en varias ocasiones ha participado colectivamente en exposiciones a la par de artistas de renombre nacional, así como también el acompañamiento de jóvenes que deciden incursionar en el arte.